Juan de Dios (1495-1550), fue un hombre que, en la primera mitad del siglo XVI, supo armonizar el amor a Dios y a los hombres y mujeres pobres y enfermos.

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Hoy, en cada país, y en cada localidad donde estamos, desarrollamos los proyectos que son necesarios para mantener vivo su espíritu con un compromiso radical con sus valores.

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El "loco del amor", el fundador de la fraternidad hospitalaria, Juan de los enfermos... son muchos los calificativos que recibió San Juan de Dios, pero todos ellos describen a un hombre que, con un carisma y dedicación específica, supo traspasar los tiempos, preocupándose por dar una atención adecuada a enfermos, pobres, necesitados...

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Con este legado que nos dejara San Juan de Dios, en su forma de tratar, cuidar, sanar y atender a quienes más lo necesitan, se ha diseñado un modelo de atención que compartimos todos los centros de la Orden Hospitalaria. Una manera de HACER, un modelo de atención centrado en la persona.