Los Programas de formación para la transición a la vida adulta y laboral están destinado a los jóvenes con necesidades educativas especiales y están encaminados a facilitar el desarrollo de la autonomía personal y la integración social y laboral del alumnado que haya finalizado la formación básica de carácter obligatorio. 

            Uno de los objetivos generales que recoge la Orden del 19 de septiembre de 2002, por la que se regula el periodo de formación para la transición a la vida adulta y laboral, nos indica que el programa persigue la adquisición de habilidades y destrezas laborales de carácter polivalente que faciliten su posterior inserción laboral.

Las características del alumnado que está matriculado en nuestro centro, nos obliga a crear itinerarios diferenciados con el fin de poder atender a sus necesidades socioeducativas, a la misma vez que se establecen líneas que ayuden a su integración en diferentes recursos futuros, bien en recursos laborales, asistenciales u ocupacionales. A pesar de ello no podemos obviar la importancia que le da la normativa al área de habilidades y destrezas laborales, llegando a ocupar entre 7 y 10 horas semanales en el plan formativo, con el fin de que el alumnado, siempre atendiendo a sus capacidades, adquieran diferentes habilidades destinadas a una ocupación o empleo en su futuro inmediato. 

            En este sentido, el programa Innicia cultura emprendedora, que tiene  desarrollado la Junta de Andalucía, nos abre un amplio abanico de posibilidades para establecer en nuestro centro un PFTVAL distinto e innovador. El objetivo de Innicia es promover el emprendimiento en sus tres dimensiones: personal, social y productiva en los centros educativos, fomentando así el pensamiento y el conocimiento creativo y las iniciativas emprendedoras en toda la comunidad educativa. 

            IMPULSA sería la adaptación del colegio San Juan de Dios – Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, del programa oficial, para adaptarlo a la realidad de nuestro alumnado. IMPULSA pretende estructurar los programas de formación para la transición a la vida adulta y laboral en base a proyectos bien definidos que permitan al alumnado establecer una relación entre los contenidos que marca la legislación actual y su desarrollo en acciones laborales. 

Impulsar el motor socio-laboral desde una perspectiva global, enmarcando los proyectos no en el resultado final, sino en el propio procedimiento, para crear una relación entre la formación recibida y los contextos reales relacionados con el mundo laboral. El aprendizaje será el resultado de la interacción de los alumnos y alumnas, siempre atendiendo a sus capacidades, habilidades y destrezas, con el proyecto que se pretende ejecutar.

 

 

Con todo ello pretendemos concebir el programa como:

• Una herramienta para la innovación educativa

• Una respuesta para motivar al alumnado y al profesorado ante las nuevas exigencias sociales.

• Un mecanismo para estimular la adquisición y desarrollo de las diferentes competencias.